Había encontrado el amor de su vida, sabia que era el y se notaba en su mirada; estaba feliz, se había enamorado; era un amor que a simple vista combinaba inocencia y un futuro inesperado; era una mezcla de colores en su alma, suspiros mientras caminaban de la mano.
Pero el mundo; el despistado mundo, era demasiado grande; se estaba por acabar,iba a morir, tenia pestes, injusticias, drásticos problemas en avanzar, se había enfermado de ira; no paraba de delirar.
Era feliz sin embargo, en medio de la guerra caminaba, sabia que podía suceder algún día, se lo ideaba de la manera menos cruel, pero dentro de si lo sabia; era realista, el mundo se estaba cayendo; el mundo empeoraba; y el amor ya no era una salvación; la vida valía menos que la piedra inerte que caía del cielo, ¿que es lo que quedaba en ese suelo?
Era cierto que se había enamorado, que estaba feliz y podía al fin gritar que lo amaba; pero el mundo se había vuelto egoísta con su amor, con sus sueños y esperanzas, se estaba terminando y no había solución mas que morir con el, morir enamorada, en un mundo demasiado grande.
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