lunes, 29 de octubre de 2012

RELATO DE UNA NOCHE INTERMINABLE

No habia ni una pizca de aburrimiento esa noche, estabamos tan divertidos , en la ciudad de la lepra y los canallas, de los bohemios y poetas. Inolvidable noche, cuando dos copas de vino hicieron el baile de la alegria, no parabamos de decir pavadas, y de repente escuchamos un ruido muy fuerte, observamos todos de la ventana, desde lejos se veia un auto que se habia estrellado contra un arbol.
Bajemos a ver, comenzaron los gritos ¿que habia pasado? ¿quien estaba en ese auto? ¿estara bien?, mientras mas nos acercabamos se olia su desesperacion, no sabiamos siquiera su nombre, lo unico que deseaba era arrancar ese auto e irse sin que nadie supiera de su hazaña, fue entonces cuando una voz le grito, ¡vamos amigo bajese del auto, ya no hay nada que hacer!, obedecia a las ordenes de mi padre, gruesa y tenaz era su voz, intentaba demostrar presencia a pesar de tener unas copas de mas.
Carlitos se llamaba, el hombre de ese auto, el desconocido que se habia estrellado contra el arbol esa madrugada de calor y de historias, de encuentros poco casuales, donde muchos se preguntaban ¿que le habia pasado a Carlitos?, los vecinos asombrados al ver dos hombres abrazados, incansables preguntas a mi hermana le hacian ¿quien es el compañero? ¿esta borracho tambien?, sin saber ellos que era mi padre, su unico deseo era ayudar a ese hombre, y asi como los vieron, abrazado de mi padre fue subiendo las escaleras de la casa, eran dos borrachos caminando, dos desconocidos  se estaban conociendo, sin nocion del tiempo, sin pensar que hacian alli.
Carlitos se sento en la silla y confeso, ¡nose que es lo que me paso!, no entiendo como fui a parar asi, yo solo sali de la fiesta, iba manejando y de repente me dormi, y ahora siento malestar, pero le juro no soy asi, soy un hombre recto, que trabaja, de hecho nose si le dije, soy abogado, tengo dos hijos, mi esposa esta en la fiesta aun, nose que me ocurrio, de golpe senti ganas de ir al baño,  no encontre otro lugar y cuando desperte estaba en mi auto asi como me vieron.
No paraban las preguntas, las charlas de la noche interminables, de derecho, de anecdotas de vida,
charlas de unos cuantos locos sueltos, que se reian del pasar del tiempo. Pero era hora ya, Carlitos tenia que volver a su casa, y entonces recordo el numero de telefono de uno de sus hijos, y luego de media hora llegaron los dos, de los que nos habia hablado, mirando por la ventana nos dimos cuenta que  lo primero que verificaron fue el estado del auto de su padre, luego subieron y ahi lo encontraron con su traje impecable, sus zapatos brillosos, su cara lastimada por el choque, y en su mano una taza de cafe, ¿tan importante era el auto? ¿tanta importancia le dieron a ese auto que habian corrido hacia el antes que su padre?, ¿Carlitos era poco importante para sus hijos?, y asi se fue con sus hijos, adios carlitos,  no creo buscar una respuesta a lo que me pregunto, nadie en esa casa iba a encontrarla, pero fue nuestra noche, la noche en que los borrachos se cruzaron, y los desconocidos por un momento se conocieron sin importar quienes o que cualidades tenian, una noche que fue historia para contar.

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